No podía creer que esto estuviera pasando. Viéndome al espejo, totalmente vestida de blanco, solo pensaba en lo poco que me esperaba esto, por mucho tiempo creí que esto no me pasaría, que era imposible, pero hoy estaba aquí, me iba a casar... Y con Ben. Se sentía tan irreal solo pensarlo...Aunque muy en el fondo sabia que no iba a haber otra persona en el mundo con la que me casaría . En ese momento me costaba mucho contener la lágrimas, nunca me había sentido tan feliz.
-Te vez hermosa Alyse- dijo papa desde la silla en la que estaba sentado detrás de mi, es su regazos tenia alzada a Rose, esta también tenia un vestido blanco.- Te vas a robar las miradas de todos allí afuera.
-Bueno, solo quiero robarme la mirada de uno en especial- Me volví y pude ver que sus ojos estaban algo rojos.-Papa... He tratado mucho no llorar, no me hagas esto ahora.- dije riendo mientras me acercaba a el.
-Es solo que... Mírate... Te vas a casar- dijo viéndome de pies a cabeza- Nunca creí que todo esto fuera a pasar tan rápido... Tan solo tienes 19 años...
-Casi 20- lo corregí.
-Ya tienes una familia, ya tienes una vida... No es lo que me esperaba de ti. ¿Que puedo decir? Siempre fuiste buena dando sorpresas.
-¿Acaso es decepción lo que escucho en tu voz?- pregunte al nerviosa.
- No, no, para nada... Es orgullo... Estoy orgulloso de ti, siempre lo he estado y siempre lo estaré... Ver por todo lo que pasaste... Por fin te encontraste Alyse, por fin estas feliz... Hubiera deseado estar así cuando tenia tu edad...- yo sonreí y tome su mano.
-Gracias, papa...
-Mira, Alyse, no se si es momento para hablar de esto, pero no puedo postergarlo- yo lo mire curiosa.- ¿Sabes que era la persona mas valiosa en mi mundo?- pregunto, yo sonreí.- Desde que llegaste hace unos meses, has estado muy atenta conmigo, no que antes no lo fueras, pero es diferente. Es como si me quisieras recompensar por algo. - yo lo mire expectante, no sabia a que se refería- Tu no me debes nada, Alyse. No debes sentirte culpable o avergonzada de lo que hiciste. Si, tal vez todos los días me despierto con el miedo de que te vayas de nuevo, pero aun así, como ya te lo dije, siempre me he sentido muy orgulloso de ti y eso no va a cambiar nunca.- yo sonreí de nuevo. Ocupaba escuchar eso definitivamente. Me acerque y lo abracé.-No quiero que te sientas atada a mi, yo estoy bien. Ve y construye tu vida, tienes a un gran hombre a tu lado... No te preocupe por mi, yo me las puedo arreglar solo... Aunque claro no me molestaría una o dos visitas por semana...
-Te quiero, papa- dije.- Tu también eres parte de mi vida... una de las mas importantes... Tu, Ben y Rose son las personas que mas quiero... Ustedes son mi familia.- Le di un beso en la frente a Rose.- Tu eres mi princesa...- sonreí mientras tocaba su mejilla.
-¿Puedo tener una tiara?- pregunto. Yo reí.
-Te buscare una, te lo prometo.- camino de nuevo hacia el espejo. Oí un golpe en la puerta y luego se abrió.
-Espero no interrumpir- Ben se asomo por la puerta, aun no me había visto.
-No, no... Rose y yo ya nos íbamos a tomar nuestro lugares...- papa se levanto al igual que Rose, los dos rápidamente salieron de la habitación y Ben entro, cerro la puerta a sus espalda. Yo me volví y lo enfrente con una gran sonrisa. El se veía asombroso en su traje entero y su corbata azul.
Se acerco lentamente a mi, viéndome de pies a cabeza, tomo mis manos y clavo su mirada en mis ojos.
-Te ves... diferente...- dijo sonriendo, yo entrecerré mis ojos.
-Bueno... gracias... No es lo que esperaba oír. Creí que ibas a decir algo como "hermosa"... "angelical"... "fuera de este mundo"
-Ninguna de esas palabras te describe...- yo lo mire algo decepcionada.- No creo que la raza humana haya inventado una palabra para describir lo impactante que te vez hoy... Por lo tanto creo que me quedare con "diferente".- yo suspire aliviada.
-Tu también te vez... uff... Asombroso...- lo mire de arriba a bajo.- Toda mujer desearía estar caminado hacia el altar si tu estas allí esperando...
-Pero te di el placer a ti...- paso su mano por mi mejilla- Te besaría pero no quiero arruinar tu labial...
-Si, mejor lo dejamos para la boda.- yo le sonreí.- Estoy emocionada... Pero a la misma vez nerviosa... ¿Que se me caigo?
-No te vas a caer... Todo va a salir bien.- alguien abrió la puerta. El volvió a ver.
-Ben, el pastor esta esperando... Tienes que salir.- dijo mi padre asomándose.
-Si, claro.- soltó mi mano. Empezó a caminar hacia la puerta, yo lo observe.- Cuando estés caminando hacia el altar mírame a los ojos... Así nada malo pasara...
-Te amo.- dije antes de que saliera. Cerro la puerta dejando entrar a mi padre, el me llevaría al altar.
Respire hondamente y volví de nuevo al espejo. Cuando era pequeña había soñado con la boda mas extravagante que existía... Debía ser en un castillo, mi vestido debía ser esponjoso y lleno de brillos como el de una princesa, y obviamente debía tener una tiara en mi cabeza... Mi esposo seria un príncipe azul que entrara en un corcel blanco... Pero no ocupaba nada de eso, solo lo necesitaba a el...
Mi vestido estaba lejos de ser como me lo imaginaba de pequeña... su única igualdad era su color... Era simple, de encaje... Lo contrario a esponjoso... No era ningún castillo, bueno la mansión de mi papa se podía comparar a uno... Pero Ben definitivamente era mi príncipe azul aunque no iba a entrar en un corcel... eso seria ridículo...
Empecé a caminar hacia la salida de la mano de mi padre, mi respiración se agito. No habíamos invitado a mucha gente, prácticamente eran algunos amigos cercanos de mi padre que me habían conocido desde que era niña y algunos amigos de Ben... Nada de parte mía, había perdido a todos mis "amigos" hace mucho...
Mi padre abrió la gran puerta de entrada de la mansión. Había decido hacer en su casa, eso lo hacia mas especial... El jardín lo había decorado hermosamente... En el centro estaban todas las silla de los invitados y el altar, los lados estaban adornado con ramos de flores y algunos pequeños arbustos que mi padre había mandado a traer justamente para hoy... Detrás del altar estaba la fuente de cerámica blanca que guardaba en el fondo miles de monedas que había tirado cuando era niña... deseos que en este momento ya no importaban.
Camine lentamente hacia donde estaban la gente... Todos se levantaron cuando se dieron cuenta que estaba allí... Muchas sonrisas orgullosas y melancólicas me recibieron... Sentí como se hacia un nudo en mi garganta. No llores, no llores, me repetía a mi misma... Lentamente el se volvió y encontramos nuestras miradas... En ese momento todo encajo... Una sensación nueva me invadió... Este era el lugar en el que debía estar, este era mi presente, mi futuro...Toda mi vida, por todo lo que había pasado, no era ningún error o castigo, era el destino, todo había sucedido para que esto pasara en el lugar y momento perfecto...No era ninguna coincidencia, nada era una coincidencia, ahora me daba cuenta... Así comenzaba mi vida y no me arrepentía de nada.
Tome su mano cuando mi padre la mía. Lo vi a los ojos y sonreí. El hizo lo mismo.
El padre empezó a oficiar la misa... Pero no podía poner atención, este momento era tan grande... Era algo que iba a recordar para el resto de mi vida... Disimuladamente volví a ver a las personas que estaban... En las sillas del frente estaba mi padre y Rose. Detrás estaban muchas caras conocidas pero nadie que fuera indispensable para mi... Con solo que estuviera mi familia hubiera estado igual de feliz... Seguí mirando a las personas, allí estaba el doctor que me había atendido con Rose, también estaba la señora Powell... Desearía que Spencer estuviera aquí, el fue gran parte de mi vida, Dios sabia donde estaba ahora... Vi a mi entrenadora de cuando estaba en el colegio, me trajo algo de ansiedad, pero rápidamente trate de relajarme, ya no tenia 16, Ben y yo podíamos estar juntos sin miedo a que nos juzgaran. Seguí mirando a la gente y reconocí una cara muy familiar. Teo. ¿Que hacia aquí?¿Como sabia que me iba a casar?¿Quien lo invito? No estaba vestido formal por lo que seguramente había sido algo de ultimo minutos. Aparte la mirada de la multitud y la dirigí de nuevo a Ben, el elimino todo rastro de ansiedad y miedo. No iba a pensar en Teo, no dejaría que eso arruinara el momento mas especial de mi vida.
El padre dirigió la misa tradicionalmente hasta que llego el momento de dar nuestros votos, yo había insistido en que nos dejara escribir nuestro propios votos y había logrado convencer a Ben.
-Alyse, sabes que no soy el mejor expresando mis sentimientos, pero lo intentare- dijo tomando mi mano.- Si hace unos años alguien me hubiera dicho que esto iba a pasar estoy seguro que estallaría de risa en su cara... Estar aquí, casarme contigo, tener esa hermosa hija juntos, es algo que simplemente nunca imagine que fuera a pasar... Todavía me cuesta trabajo creérmelo... - rió entre diente mientras miraba hacia el cielo.- Las circunstancias en las que nos conocimos no fueron necesariamente las mas convenientes, fue algo totalmente inesperado... Sabes, nunca había tenido tanto miedo en mi vida, cuando llegaste me sentí como un niño de nuevo, no sabia que hacer, todo mi mundo era diferente... Pero del miedo surgió el amor... El amor hacia ti... Nunca experimente amor del verdadero hasta que estuve contigo... Desde que estamos juntos hemos vivido al limite de las emociones... Nos hemos roto el uno al otro pero ya no importa porque estamos aquí... juntos... Ya nada nos puede romper...- el nudo en mi garganta se formo de nuevo, y esta vez no pude contener la lágrima que se deslizo por mi mejilla.- Alyse... Tu, con tu perfecta imperfección, me enseñaste lo que es amar de verdad, amar incondicionalmente... Te amo y prometo hacerlo por lo que resta de mi vida...- tenia muchas ganas de besarle pero aun no era el momento.
-Alyse... Tus votos- dijo el padre mientras me volvía a ver.
-Si...- respondí tratando de volver a controlarme, el paso su dedo por mi mejilla limpiando la lágrima, yo le sonreí. Había olvidado todo lo que había planeado decir, pero no importaba.- Te amo tanto... Se que no he sido la mejor mujer o novia para ti... He cometido muchos errores, mas de los que me gustaría admitir... He sido irresponsable y egoísta y te he herido... He sido mal agradecida... - el apretó un poco mi mano, para darme apoyo.-En mis peores momentos siempre estuviste ahí, apoyándome y yo nunca lo aprecie... Nunca en mi vida voy a merecer el amor que me das.- mi voz se quebró.- Eres una de las mejores personas que he conocido, tu honestidad, aunque aveces duela, me ha echo mas fuerte, tu gentileza me ha echo ver el mundo de otra manera menos egoísta, y sobretodo tu amor hacia Rose y hacia mi me ha echo tratar de se una mejor persona, para ti, aunque se que aun así nunca te mereceré.- el me sonrió, yo limpie las lágrimas de mi mejilla.-Y lo siento... Lo siento tanto, nunca te agradecí lo suficiente. Contigo me encontré a mi misma, encontré la felicidad verdadera... Tu te convertiste en mi hogar, Ben...- quería abrazarlo, sentir su brazos alrededor de mi cuerpo, poder enterrar mi rostro en su cuello.- Te prometo que de ahora en adelante te amare con todo mi corazón... Nunca daré por sentado... Te prometo que de este día en adelante seré completamente tuya...- sus ojos se pusieron algo rojos.-No se lo que nos deparara el futuro pero te prometo que siempre estaré allí, junto a ti...- no pude seguir, no tenia suficiente aire y sabia que si decía una palabra mas explotaría en sollozos.
Lo mire a los ojos y de nuevo me sentí segura, poco vulnerable, el me hacia sentir así... Intercambiamos anillos y de repente estábamos casados... Por fin casados.
Me acerque a el para por fin darle ese beso que tanto ocupaba.
-Te amo- dijo estando a pocos milímetros de mis labios, luego se tocaron. Lo abracé fuertemente. Sentía que iba a estallar de la felicidad... Todo el mundo empezó a aplaudir.
-Ahora mas que nunca- dije con una sonrisa cuando nos separamos. El tomo mi mano fuertemente. Rose corrió hacia nosotros, yo la tome de la mano y me agache para darle un beso en su frente. Caminamos por el altar, ahora juntos, como esposos, como familia.
Mi padre había preparado una pequeña recepción dentro de la mansión, había contratado un servicio de comida y decoración, pero yo no ocupaba nada de eso, solo lo ocupaba a el, no me importaba si era en un callejón bajo la lluvia o en un hotel cinco estrellas, si estaba con el, estaba feliz.
Poca gente se quedo, solo los mas cercanos. No volví a ver a Teo, aunque no lo busque mucho... Nada arruinaría esto. Emily estaba aquí, desde el momento en que Ben le dijo que nos íbamos a casar las cosas mejoraron entre nosotras, seguramente se dio cuenta de que era inevitable...
-Entonces...¿Ya decidieron donde va a ser su luna de miel?- pregunto mientras sostenía una copa de vino en su mano. Yo mire a Ben.
- No haremos luna de miel...- dijo con una sonrisa.- No es necesario.
-Bueno, ya derramaron toda la miel posible aquí.- se acerco mi papa uniéndose a la conversación.- yo me sonroje. Emily se fue a jugar con Rose, vi a mi papa un poco ansioso.
-¿Que pasa?- le pregunte.
-Bueno, hay un chico allí afuera... Me pregunto por ti... Creo que quiere hablarte.
-Teo...- dije inconscientemente. No debí decirlo en voz alta.
-¿Teo?- dijo Ben algo sorprendido.
-Creo que no debí decírtelo.
-No, no, esta bien.- dije mientras miraba al piso pensando rápidamente que hacer. Tome la decisión y me volví hacia Ben, tome sus manos.- ¿Te importa si salgo un momento?- el se me quedo viendo algo inseguro.- Solo ocupo... cortar algunas cosas...
-Solo si me prometes que volverás...- dijo con una sonrisa.
-Te lo prometo.- dije dándole un rápido beso.
Salí de la mansión algo nerviosa, pero trate de darme seguridad... Nada podía hacerme sentir mal este día... Ni siquiera Teo... Abrí la puerta y ahí estaba, sentado en las escaleras que conducían a la puerta, me daba la espalda.- Teo.- dije con un suspiro mientras lo veía. El se volvió y rápidamente se levanto. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-Aly- dijo viendo hacia el piso.- Siento molestarte... Regrese a Leuven hace unos días y no me hubiera perdonado si no te venia a ver una vez mas... No sabia que te ibas a casar...
-Lo siento... creí que invitarte no seria una buena idea, además, por lo nómada que eres no sabría donde enviar la invitación...- el rió.
-Bueno, creo que te alegrara saber que ya no soy tan nómada como crees...- dijo algo orgulloso.- Me voy para Italia...con mi familia de nuevo.- yo lo mire sorprendida.-Iré a la universidad... estudiare artes visuales... Quiero ser un director, quiero hacer películas.
-Me alegro por ti...- dije honestamente.- Y... siento mucho como terminaron las cosas entre nosotros.- quería decir mas pero el me interrumpió.
-No te disculpes, creo que siempre fue evidente que no eramos el uno para el otro, solo que mi egoísmo no lo quiso ver... Solo quería venirte a decir eso... Sacármelo del pecho y pasar de pagina... Tu me inspiraste mucho ¿sabes?... Creo que gracias a ti encontré lo que en verdad quería.- dijo algo avergonzado. Yo lo mire algo sorprendida.
-Bueno, por lo menos algo bueno salio de nosotros...- dije riendo. Luego me di cuenta de la crueldad de mi comentario.- No, digo, yo también la pase bien contigo...- el rió, sabia que no era verdad.- Me hiciste ver cosas que jamas hubiera visto... Y siempre te agradeceré por eso.- los dos nos quedamos en silencio viendo al piso.
-Bueno, es hora de irme.- dijo el sacando sus manos de los bolsillos. Yo me acerque a el y lo abracé. El era parte de mi vida, o aunque sea, lo fue por un momento.
-Espero que la vida te trate bien, Teo Barone.- dije con una sonrisa mientras lo veía bajar las escaleras lentamente, se volteo y me dirigió una de esas sonrisas torcidas que eran mi cosa favorita de el.
-Igualmente, Alyse Peterson.- luego se fue. Me quede allí unos segundo absorbiendo todo lo que había pasado. Me sentía aliviada, no creí que eso fuera a pasar... Pero un gran peso se había ido. La fría brisa de la noche me indico que era tiempo de entrar y buscarlo... a el... mi esposo.
Estaba sentado en una silla cerca de las gradas, sonreí cuando el alzo su mirada y me vio. Camine hacia el y me senté en su regazo. El envolvió mi cuerpo con sus brazos y me miro.
- ¿Entonces?¿Me vienes a pedir el divorcio?- yo reí suavemente.- ¿Que paso?
-Nada que quieras saber... simplemente me quite un peso de encima...
-¿Donde esta el cuerpo? Yo te ayudo a enterrarlo. - dijo sin pensarlo. Yo reí de nuevo.
-No es necesario.- dije mientras besaba su mejilla.- Pase de pagina en el libro de mi vida... Y deje que alguien también lo hiciera.
-Mirate, que alma tan caritativa con la que me he casado- pude notar el sarcasmo en su voz. Uní mis labios con los suyos para callarlo.
-Te amo, Ben, no arruines esto.- dije riéndome mientras colocaba mi cabeza en su cuello.
- Yo también pase de pagina... por si te importa... Pero creo que mi libro ya esta escrito... ¿Sabes que dice?- pregunto.
-¿Que?
-Tu y yo... para siempre.- dijo mientras besaba mi coronilla.
-Siempre- le repetí. Sonaba perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario