No podía decir que no estaba triste porque eso seria mentir y ya estaba harta de eso. Si, estaba triste, por mucho que me ella me hubiera echo daño seguía siendo mi madre, además, había que considerar que nada serio había pasado entre ella y yo hasta hace 3 o 4 años. Antes de eso nuestra relación era normal, aunque siempre le resentí su frialdad.
Mi mama sufría de depresión y después de saber que esa había sido la causa de su muerte todo había cambiado. Pude entenderla mejor ya que yo misma estaba lidiando con esa enfermedad, al parecer era hereditario. Nunca creí pensar esto pero me arrepentía de haber cortado toda clase de contacto con ella, me hubiera gustado ayudarla, por lo menos hacerla sentir acompañada... Pero ya era muy tarde.
Podía ver a un grupo de gente aglomerada desde la banca en donde estaba sentada. Las hojas del árbol junto a mi formaban pequeños remolinos. No me estaba escondiendo, aunque tampoco quería estar a la vista de todos. No había visto a mi padre desde que me había ido, pero siempre me aseguraba de enviarle postales. Sabia que tenia que hablar con el, pero prefería hacerlo cuando no hubiera tanta gente.
Había algo en los cementerios que me hacia sentir bien, había mucha calma y tranquilidad. Pero hoy era diferente, no me sentía yo, el viento, que por muy frió que fuera, siempre me hacia sentir mejor hoy no lo hacia. Sentía como si un gran dolor de cabeza estuviera a punto de empezar pero no lo hacia.
Abrí mi bolso y saque un cigarro y un encendedor. Odiaba tanto este vicio que había adquirido gracias a Teo pero era casi lo único que quitaba mi ansiedad. Trate de disimularlo ya que era prohibido fumar allí, pero era una necesidad. Mientras exhalaba y tiraba todo el humo al aire cerré mis ojos para relajarme.
-Alyse- una voz sorprendida al frente mio hizo que abriera mis ojos rápidamente. Sonreí.
-Papá- dije mientras me levantaba y lo abrazaba fuertemente. Pude notar sus ojos rojos marcados por grandes ojeras, definitivamente no había estado durmiendo mucho. Puso sus mano en mis mejillas y me dio un beso en la frente.-Sabia que vendrías. Te he estado esperando...
-Quien diría que esta clase de situación seria la que nos reuniera de nuevo.- dije refiriéndome al la muerte de mi madre. El asintió mientras me seguía viendo impresionado. -¿Como estas?- pregunte. El suspiro.
- No de lo mejor, pero ahora que estas aquí me siento mas completo- dijo abrazándome de nuevo. Cuando se separo de mi pude ver su mejilla un poco húmeda.
- ¿Estas llorando?
-Lo siento, pero es que te he extrañado mucho, princesa.- dijo tomando mis manos- Tenemos que hablar de muchas cosas...
- Lo se... Pero eso lo haremos después... ¿Como te sientes?- estaba un poco preocupada por su salud.
-He tenido momento mejores... Las ultimas semanas han sido duras, muy duras. Esos fueron los únicos momentos en los que me alegre que no estuvieras.
-¿No has dormido mucho cierto?- pregunte mientras me volvía a sentar en la banca, el se sentó junto a mi.
-No he podido, he estado muy ocupado... La extraño, Alyse... Debiste verla sus últimos días, ella simplemente enloqueció... Ya hacia tiempo que no era la misma, pero las ultimas semanas fue un cambio radical... Y yo no pude hacer nada para calmarla...- su voz se quebró. Yo apoye mi cabeza en su hombro.
- Bueno, ella ya esta tranquila
-Eso espero...
-Y tu también deberías estarlo... Yo me voy a encargar de eso... - dije dándole un beso en la mejilla.
-¿Eso significa que ya no te vas a ir?- pregunto esperanzado yo asentí mientras tomaba inhala del cigarro que tenia en mi mano.
-Te amo, papá.- dije.
-Yo también te amo, Alyse...
Nos quedamos un rato así, sabia que mi papá no tenia las energías suficiente para mantener un conversación por lo tanto no lo forcé.
-La gente me esta buscando- dijo mientras se levantaba.- Me imagino que no quieres ir allá...- yo moví mi cabeza de un lado a otro- Bueno, entonces quédate aquí, dentro de un rato vuelvo. - dije dándome un beso en la parte de arriba de mi cabeza.- Por favor no te vayas.
-Tranquilo, aquí voy a estar. Te lo prometo- dije con una sonrisa para darle seguridad.
Pude ver como se alejaba de mi y se acercaba al gentío. Se veía mas delgado y desgastado. Ni podía imaginar lo que había sufrido estos últimos días, y no podía evitar sentirme culpable, si tan solo yo hubiera estado allí... Yo lo hubiera cuidado...
Bote el cigarro y lo maje con el tacón de mi zapato negro. Guarde el encendedor de nuevo en mi bolso...
Dirigí mi vista hacia la entrada principal del cementerio. El aire salio de mis pulmones de un golpe al ver quien estaba allí. Benjamin caminaba rápidamente mientras abotonaba su saco de vestir.
-No puede ser- me susurre a mi misma. No estaba preparada para esto, no creí que fuera a estar aquí, el odiaba a mi madre ¿porque vino?. Cogí mi bolso y lo colgué de mi hombro lista para escapar... pero no podía, le había prometido a mi padre que no me iría... Ocupaba otro plan.
Cambia de posición, dándole la espalda a la multitud, tal vez así pasaría mas desapercibida.
-Alyse- una voz llamo mi atención a mis espaldas, volví un poco mi cabeza sonreí educadamente, era la mama de Spencer.
-Señora Powell- dije mientras me volvía lentamente tratando de no hacer ningún movimiento violento para no llamar la atención de nadie.
-Siento mucho lo de Daphne.- dijo mientras me abrazaba. Yo me sorprendí, ella no era esa clase de persona, le devolví el abrazo incómodamente.
-¿Que ha pasado contigo? Hace mucho que no se te ve por aquí. Ella obviamente no estaba al tanto de nada.
-Estuve viajando...-me limite a decir. Trate de esconderme detrás de su cuerpo, claro, sin que ella se diera cuenta, mi incline un poco hacia un lado para ver donde estaba Benjamin... Lo localice, estaba junto a mi padre, justo enfrente mio solo que a varios metros de distancia, pude ver como los dos dirigían su vista hacia donde yo estaba inmediata mente aparte la mirada.
-Lo que es la juventud- dijo con un suspiro- ¿Y tu hija? ¿Como esta?
-Bien- le mentí, no sabia nada de Rose y ella tampoco al parecer.
-Bueno, fue un gusto haberte visto de nuevo, Alyse. ¿Te vas a quedar por aquí?
-Si, eso espero...
-Bueno, entonces espero una visita tuya pronto...- los nervios de ver a Benjamin tan cerca no me dejaron mucho tiempo para sorprenderme de la invitación de la señora Powell... definitivamente había estado lejos mucho tiempo...
Ella se fue y quede totalmente desprotegida, estaba a simple vista de Benjamin, me sentí sumamente vulnerable. Baje mi vista y encendí otro cigarro. Sentía como alguien venia hacia mi pero me rehusaba a mirar. Esperaba que fuera mi padre.
-Creí que odiabas el cigarro- su voz hizo que mi cuerpo se congelara. Un eco resonaba en mi cabeza. Solté todo el humo de un solo. No sabia que decirle, mi corazón latía a mil por hora. No estaba lista para esto. Se sentó junto a mi, pude sentir su mirada clavada en mi rostro pero tenia mucho miedo de verlo. Otra vez puse el cigarro en mi boca, el seguía viéndome. Clave mi mirada en sus manos y poco a poco la fui subiendo hasta llegar a sus ojos. El sentimiento que eso me trajo era indescriptible... era un alivio inimaginable que no creí que fuera a tener... Su mirada era reconfortante...- Siento lo de tu mamá- yo asentí, no sabia que demás hacer.-No esperaba que fueras a venir.
-Bueno... aquí me tienes.- bote el cigarro al piso y lo maje. De repente me invadieron las nauseas, pero trate de contenerme.- Me tengo que ir- mentí mientras me levantaba. El suspiro.- Me voy a quedar en Leuven por un tiempo... Tal vez podemos salir algún día... ya sabes... para hablar- tuve la valentía de decir.- el asintió, su rostro no reflejaba emoción alguna, eso me asusto.
-Claro... ¿porque no?
-De acuerdo, yo te llamare.- no le di tiempo ni de procesar la información. Me fui, rompiendo la promesa que le hice a mi padre.
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