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14 oct 2013

Capitulo 7 (Tercera Temporada)

Insomnio. Maldito y horrible insomnio. Creí que no volvería a molestarme, creí que ya lo había superado  pero en los últimos días había regresado y sabia exactamente porque era; estar de nuevo en mi antigua habitación, de echo, no solo mi habitación, en toda la casa en general, ya no era tan cálido como antes, ya no era un refugio. Había una mala vibra, un tensión incomoda. 

Yacía en mi cama acostada, miraba fijamente el techo blanco de mi habitación. Al contrario de lo que pensaba mi habitación no había cambiado en casi nada desde que me fui, la misma ropa de cama, mis peluches de cuando era niña, muchas cosas que no me había podido llevar. Lo único que faltaba eran las fotografías que tenia alrededor del cuarto,las había encontrado echas un puño en una bolsa debajo de mi cama. Habían muchas y algunas rescataban lo que ahora era momentos muy apreciados en mi mente. La primera foto que tenia con Spencer, cuando apenas teníamos 5 o 6 años, también habían muchas fotos de cuando era porrista, pero la mas importante, la que definitivamente iba a guardar era la de mi familia, salia mi madre y mi padre abrazados con unas grandes sonrisas adornando sus rostros, yo salia en el medio, mirándolos, tenia la tiara que nunca me quitaba y el vestido blanco de princesa que mi padre me había comprado; todo se veía tan tranquilo, tan feliz... Aveces intentaba recordar como eran esos tiempos, pero no podía, no podía imaginar mi vida sin preocupaciones aunque sabia que antes era así.



Rodee mi cuarto con mi mirada, tantos recuerdos que me traía. Cerré mis ojos he intente imaginar que nada había pasado, que seguía siendo Alyse Marie Peterson, la porrista de 16 años que tenia una vida perfecta, la que no tenia preocupaciones importantes, la que tenia un familia "perfecta", un novio "perfecto", pero después de intentarlo por varios minutos me rendí, sabia lo patético que era lo que hacia pero no podía evitar sentirme triste y melancólica, odiaba esa mezcla de sentimientos, nunca traían nada bueno.

No pude evitar todos los pensamientos que se vinieron a mi mente en ese momento. No entendía como era posible que una persona se arruinara tanto en tan poco tiempo, antes no ocupaba medicamentos para sentirme feliz, antes no ocupaba terapia, antes no tenia ataques de pánico, antes pensaba ser virgen hasta el matrimonio. Ahora todo era diferente, mi virginidad se había ido por el retrete y eso , por muy poco importante que fuera ahora, era algo que me hacia sentirme horrible conmigo misma, odiaba haber desvalorizado tanto el sexo. Daría todo por aunque sea un día poder despertarme y sentir esa emoción y curiosidad por el futuro, por volver a sentir mariposas en el estomago, por simplemente vivir la adolescencia que me habían robado, que yo misma me había robado.

Una luz brillante proveniente de la ventana hizo que entrecerrara un poco los ojos, ya era de mañana y no había podido dormir nada. Me levante y sentí un gran mareo, lo ignore y camine al baño. Cuando entre me invadieron los recuerdos de aquella tarde en la que me había dado cuenta del error que había cometido, el error que se convirtió en la persona que mas quiero en este mundo. Rose. 

Me mire al espejo y sorpresivamente no tenia esas horribles ojeras moradas que siempre acompañaban al insomnio. Abrí el lavabo y salpique un poco de agua fría en mi rostro, justo lo que necesitaba para no sentirme tan muerta. 

-Señorita, dice el señor Peterson que por favor lo acompañe a desayunar.- dijo una de las mucamas con un leve golpe en la puerta.

-Dile que ya bajo.- oí como se iba

Salí del baño y me puse mis pantuflas rosadas. Abrí la puerta y baje las escalera rumbo al comedor.

No pude esconder mi sorpresa al ver quien se encontraba sentado junto a mi padre. Benjamin. Inmediatamente, después de procesarlo todo, sentí como mis mejillas se acaloraban cuando me di cuenta que aun tenia puesto mi vestido de seda que usaba para dormir. No era como si el nunca me hubiera visto en estas fachas pero aun así me daba vergüenza.

-Buenos días, princesa.- dijo mi papá mientras bajaba un poco su lentes para verme y ponía el periódico que estaba leyendo en la mesa. El parecía no darse cuenta que Benjamin estaba junto a el, o simplemente no entendía lo que significaba para mi. Ben tenia su computadora portátil frente a el y tenia una taza de café en sus manos. Me miro y yo rápidamente aparte mi vista- ¿Acaso te vas a quedar allí? Ven siéntate, únete a nosotros.- yo dure en procesar sus palabras, pero cuando lo logre le hice caso, me senté al lado contrario de donde Benjamin estaba, justo al frente. Este rápidamente cerro su computadora.- ¿Como dormiste? - pregunto mi padre mientras me servía un te caliente en la taza que estaba frente a mi.

-Bien- mentí. Me sentía rara estando con ellos dos, hace mucho no pasaba. Me sentía algo ¿Intimidada? 

- Se me había olvidado decirte que Ben vendría hoy- dijo mi padre al notar mi incomodidad.- Siempre desayunamos juntos los sábados, se ha vuelto una tradición. Aunque hoy no vino Rose.- dijo algo decepcionado

-Si, ella se quedo con Emily.- dijo mientras tomaba un sorbo del café. Yo hice lo mismo con el te. Emily me caía mal y esta vez si tenia una razón.

-¿Quien es Emily?- pregunte fingiendo que no sabia nada. 

-La niñera de Rose- respondió rápidamente Ben.

- Ella ha sido muy buena niñera, Rose la quiere mucho. Y creo que tiene algunos sentimientos por Benjamin ¿no es cierto?- dijo en tono de burla. Mientras lo miraba, el rió.

- Lo que importa es que es una gran niñera.- trato de evadir el tema.

- Alyse tuvo muchas niñeras cuando era niña, aunque nunca desarrollo cariño por ellas.

-Tal vez porque eran malas conmigo- me justifique.

-Eso es porque las obligabas a comer panecillos de plástico cuando hacías tu "Fiestas de Te". - yo me reí fuertemente. -Ben, puede que ya lo sepas, pero Alyse fue una niña sumamente mimada, en esta casa ella mandaba y si no hacías lo que ella quería hacia unos pucheros que te rompían el corazón. Es mas, creo que tengo un foto en mi oficina-dijo entrecerrando los ojos- Iré a buscarla, tienes que verla, Ben, es la foto mas graciosa que existe- se levanto rápidamente y salio del comedor. Inmediatamente todo se quedo en silencio. 

- Todavía haces ese puchero del que habla tu papa- dijo sonriendo.

- Algunas cosas cambian, otras no.- dije con una sonrisa. Estire mi mano y tome una tostada que estaba en el centro de la mesa, le di un mordisco.

-Acerca del otro día...- dijo refiriéndose a la fiesta de Rose, la cual había sido un fallo completo, aunque sea para mi.

-No importa- trate de eliminar el tema, no quería ni recordarlo, me traía vergüenza y no sabia porque. Tal vez era porque no le había dicho a nadie, a demás de la doctora Monferrato, acerca de mi estado emocional, y eso me hacia sentir vulnerable y algo débil.

- Lo siento- las palabras que salieron de su boca no fueron las esperadas, no creí que se fuera a disculpar, yo fui la culpable de todo, la que debía disculparme era yo.

-No,no...

-No dije las cosas de la mejor manera.- me interrumpió- Te debí llamar, debimos hablar antes de que todo eso pasara, pero no estaba listo.

-No te debí haber puesto en esa situación...- antes de que pudiera continuar mi padre apareció de nuevo en el comedor con una fotografía en su manos y una gran sonrisa en su rostro.

-Mira.- se la entrego a Benjamin, este inmediatamente sonrió.- Allí estaba enojada, para variar- dijo sarcásticamente viéndome, yo entrecerré los ojos.- Todavía hace ese puchero cuando esta molesta- se burlo de mi. 

-Déjame verla- dije mientras extendía mi brazo por la mesa y tomaba la foto. No pude evitar sentir una onda electrizante cuando mi mano rozo la de el, era algo estúpido pero no pude ignorarlo. Mire la fotografía, y lo único que pensé fue en lo parecida que era a Rose, la única diferencia notable era el color de pelo, el mio era mas claro que el de ella.

-¿Quien no se enamoraría de eso hermosos ojos azules?- dijo mi padre con una sonrisa orgullosa. Luego miro a Ben.

-Yo ya lo hice.- dijo sonriendo un poco avergonzado. Yo también sonreí... Era lindo escuchar eso de nuevo, esta ves si lo creía. 

- Tu café se esta enfriando, papa- dije para cambiar de tema.

-Si, lo se, no me lo voy a tomar- dijo mientras tomaba la foto de mis manos y se la guardaba en la bolsa de su camisa. Tomo el periódico que había dejado en la mesa y lo puso debajo de su brazo.- Ya se me esta haciendo tarde.- dijo mientras miraba su reloj

-¿Que?¿Para que?- pregunte confundida

- Ocupo ir a hacer unos mandados.- se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla. Yo la mire sorprendida ¿Enserio me iba a dejar?

- Hasta luego- dijo Benjamin mientras mi padre salia. Yo suspire un poco irritada. Observe como salia del comedor y luego escuche la puerta abrirse y cerrarse. Inmediatamente el ambiente, que por cierto ya era tenso, se hizo mas tenso e incomodo.

-No vine aquí por casualidad, ocupaba hablar contigo- yo tragué fuertemente y tome un poco de té preocupada.

-¿Me vas a regañar otra vez?- pregunte. El rió, pero luego se puso serio.

-Ocupamos tener una charla seria. Si vas quedarte aquí tenemos que hacer un plan.

-¿Un plan?- pregunte, eso sonaba feo, los planes no eran lo mio.

- Me imagino que quieres pasar tiempo con Rose ¿no?

-Si, si, claro. Pero yo no soy la que tiene la decisión y tu me dejaste claro que aun es muy pronto para eso. - el bajo su mirada.- Lo que es totalmente entendible dado a toda la situación. Cometí el error de apresurar las cosas. De ahora en adelante responderé a tus ordenes, digo, con respecto a Rose.

-No voy a negarte que la veas, es tu hija y es claro que todo niño necesita una madre en su vida.- odiaba esa palabra "madre" y todas sus derivaciones.- Quiero que estés en su vida. Pero tengo que asegurarme que ella no corra ningún peligro- lo mire asombrada.

-¿Peligro?

-Si, no quiero que te vayas de nuevo, quiero que te comprometas con ella. No se mucho de tu estado mental, lo que me dijiste el otro día fue una gran sorpresa para mi. Pero espero que eso no vaya a influenciar en tu relación con Rose.

-Estoy tomando medicamentos, y poco a poco me estoy sintiendo mejor. Voy a terapia una vez por semana. Mi salud mental esta controlada.- el clavo en mi una mirada triste, algo decepcionada. No pude evitar sentirme mal.

- Desde cuando tienes... eso- evito decir la palabra "depresión".

-Según la doctora, los primeros síntomas se empezaron a dar cuando Rose nació, eran muy leves pero fueron avanzado hasta convertirse en un mártir.

-Alyse... si me hubieras dicho algo yo te hubiera ayudado- dijo culpable.

-Como me ibas a ayudar si ni siquiera yo sabia lo que me pasaba. Me diagnosticaron esta enfermedad hace muy poco tiempo. 

- Yo debí notarlo...- se dijo a si mismo, sabia que nada de lo que yo dijera lo haría sentirse menos culpable, debí haber omitido algunos detalles pera ahorrarle ese sentimiento.

-Siempre fuiste grandioso conmigo.- trate de halagarlo. El sonido de su celular nos distrajo. El inmediatamente lo tomo y contesto. Era algo del su trabajo. 

-Me tengo que ir- dijo apenas colgó- Surgió un imprevisto en la universidad. - se levanto de la silla y guardo su computadora en el maletín. Yo me levante para acompañarlo a la puerta.- Tal vez mañana puedas pasar a la casa, tengo el día libre, podrías llegar a ver a Rose.- yo sonreí emocionada.

-¿Estas seguro?¿No es algo rápido?- pregunte esperando que la respuesta fuera no.

-Bueno, mañana nos daremos cuenta- yo borre la sonrisa de mi rostro

-¿No me vas a gritar?- insisto, el rió.

-No, nunca mas te voy a volver a gritar...- el rápidamente abrió la puerta y salio hacia su auto.- Nos vemos mañana- dijo sin  tan siquiera volver a verme.

No sabia que pensar acerca de todo esto, por un lado me hacia extremadamente emocionada el echo de que iba a ver a Rose mañana, pero por otro lado me hacia sentir confusa con respecto a mi relación con Benjamin. Mi objetivo era recuperar el lazo que tenia con Rose, pero recupera lo que tenia con Ben era algo que secretamente anhelaba.


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